El acoso escolar (también
conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar, matoneo escolar o en
inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico
producido entre escolares de forma reiterada.
El bullying se acentúa
cada vez más en Cajamarca y tiene que ver directamente con el descuido que
parte de los docentes y auxiliares que están con el niño durante las horas de
escuela.
Si bien siempre existió y
no en un hecho nuevo, hoy en día se da con mayor frecuencia y en las formas más
diversas. Hay niños que marginan a otros y los acosan constantemente por el
color de piel por ejemplo, - si es de piel oscura suele ser acosado
sobre eso con adjetivos diversos que llegan a hostigar al niño y que convierten
a la escuela en un lugar al que siente extremo rechazo- otras veces
suele ser por su estructura física… si
es muy gordo o muy delgado, si muy alto o muy pequeño, si no viste ropa de
marca como los otros niños o si carece de tal o cual equipo como una Tablet o
una Lap Top.
El bullying se presenta
muchas veces mimetizado en simples bromas que se van haciendo reiterativas, que
van creciendo desmesuradamente hasta convertirse en un acto hostil que acaba
destruyendo la autoestima del niño. Todo empieza como un juego pueril.
Lamentablemente la gran
mayoría de docentes no están preparados para identificar esos pequeños síntomas
que muchas veces acaban en lesiones no solo morales sino en lesiones físicas
terribles.
Por eso es preciso que los
padres tengan una comunicación permanente con los padres y que se converse del
tema abiertamente y que los docentes que han identificado algún caso adopten
medidas inmediatas sobre ello que los daños psicológicos que se le causan al
estudiante suelen ser lesiones muy graves.
Ya César Vallejo en “Paco
Yunque”, cuento cumbre del poeta, hablaba de un caso concreto de bullying.
Cajamarca está lleno de casos similares y a veces aun los profesores cometen el
grave error de tener favoritos en el salón y justificar todos sus excesos.
Ante la primera
advertencia, ante el primer indicio hay que cortar de raíz, aunque ello
signifique arrancar a niño de su entorno y recomenzar en otro ambiente más
saludable y humano.