Los ardides y
triquiñuelas que se usan en la política son incontables y parece que no tienen
límites si de lograr los objetivos se trata. Hace solo unos días el que busca
ser el sucesor de Hugo Chávez en Venezuela, narró una historia descabellada y
descomunal, por no decir mentecata.
El candidato
oficialista venezolano Nicolás Maduro dijo en la casa natal del recientemente
fallecido presidente Hugo Chávez que sintió que éste se le apareció en forma de
“pajarito
chiquitico” y lo bendijo al arrancar la campaña electoral. “Lo
sentí ahí como dándonos una bendición, diciéndonos: 'hoy arranca la batalla.
Vayan a la victoria. Tienen nuestra bendiciones'. Así lo sentí yo desde mi
alma”, relató Maduro sentado junto a los hermanos de Chávez en el patio
de la casa natal en la ciudad Barinas, en el occidente de Venezuela.
Maduro sostuvo que
al orar esa mañana en una pequeña capilla católica de Barinas y al encontrarse
totalmente solo, apareció el ave, con la que se comunicó con silbidos. “De
repente entró un pajarito, chiquitico, y me dio tres vueltas acá arriba”,
dijo señalando su cabeza e imitando un aleteo.
El pájaro, prosiguió
Maduro algo emocionado, “se paró en una viga de madera y empezó a
silbar, un silbido bonito”, dijo imitándolo. “Me lo quedé viendo y también le
silbé, pues. 'Si tú silbas yo silbo', y silbé. El pajarito me vio raro, ¿no?
Silbó un ratico, me dio una vuelta y se fue y yo sentí el espíritu de él”,
de Hugo Chávez, remarcó.
Sin embargo la
historia de aves y política no es exclusiva de Venezuela, y como en el Perú
prima el ingenio y la criollada no podemos estar exentos de historias tan
fantásticas como la que contó maduro.
Cuando Alan García
realizaba su campaña que lo llevaría por segunda vez a la presidencia de la
república, daba emocionado un discurso florido al que ya había acostumbrado a
las multitudes que lo escuchaban y miraban hipnotizados, de pronto y de la nada,
apareció una paloma blanca volando, se dirigió hacia la mano del regordete
candidato y se posó en ella. El asombró fue colectivo y no era para menos, era
un hecho insólito además de anecdótico, tiempo después se descubriría que se
trataba de una paloma entrenada y que todo fue un ardid para dar a Alan García
la imagen mesiánica que buscaba para ganar las elecciones, no se sabe a ciencia
cierta si la paloma jugó un papel preponderante, pero lo cierto es que ese año
ganó las elecciones y gobernó el país por segunda vez.
Otro hecho singular
fue cuando el papa Benedicto XVI se encontraba en uno de los balcones del
Vaticano y se disponía a dar un discurso en la Plaza San Pedro, antes de
iniciar su saludo lanzó una paloma blanca al cielo, la que fue agredida
brutalmente por una feroz gaviota ante el estupor de los miles de creyentes que
contemplaron la escena, días después el papa anunció su renuncia.
Cuando Noé, el
personaje bíblico buscaba tierra entre el desánimo general de su tripulación,
envió una paloma en busca de ella y el ave regresó con una rama de olivo, lo
que le auguró que el diluvio había concluido y con ello la reconciliación con
Dios.
No se sabe a
ciencia cierta qué influencia tienen las aves en la vida de la humanidad, pero
de que existen tretas y fraudes, los hay sin duda, por eso el dicho de “Más
vale pájaro en mano que cientos volando”, nunca dejará de ser eficaz
mientras los pájaros vuelen o mientras algunos tengan pajaritos en su cabeza.