Antonio Raimondi es
uno de los personajes extranjeros que hicieron más por el Perú y que han dejado
un legado superior al que han dejado muchos peruanos célebres en ramas
similares, sin afán comparativo, son pocos los connacionales que han dejado una
huella tan profunda como lo hizo Raimondi recorriendo el Perú en una época en
que las carreteras eran una utopía, las comunicaciones se hacían con
postillones y duraban varios días -sino semanas y hasta meses-.
Lo que sucede con
Raimondi es un fenómeno repetitivo, casi siempre han venido de fuera para
enseñarnos lo que tenemos en el Perú, parece que luego de la fusión violenta de
la cultura Inca con la española un estigma nos persigue y hemos quedado
aletargados en el tiempo.
Raimondi se enamoró
del Perú y dedicó el resto de su vida desde su llegada cuando desembarcó en el
puerto del Callao el 28 de julio de 1850. -Ese mismo año el médico peruano Cayetano
Heredia le encargó la organización del Museo de Historia Natural del colegio
Independencia, institución que más adelante pasaría a ser la Escuela de
Medicina del Perú-. Se enamoró, se casó en Huaraz con Adela Loli Castañeda, tuvo tres hijos y
murió en San Pedro de Lloc en 1890.
Otra de las presencias predominantes e
importantes aunque con años antes de diferencia fue la de Alexander von Humboldt
Von Humboldt quien realizo importantes
descubrimientos y prodigiosas investigaciones en el Perú y cuyo legado ha
servido para ser punto de partida de investigaciones posteriores.
Jaime Martínez de
Compañón y Bujanda, el tirano Obispo español que fue obispo de la ciudad de Trujillo
y que al margen de su indolencia con los nativos peruanos, no podemos negar que
realizó estudios de mucha valía como los dos personajes que mencionamos líneas
arriba. Martínez de Compañón no solo fundó pueblos, sino que graficó la
naturaleza, las aves, los métodos y tecnologías de la época y su trabajo
cartográfico es de mucha importancia. No podemos ser mezquinos y negar que su
trabajo haya tenido un significado vital e importante para generaciones
posteriores.
Los tres personajes
citados anteriormente pertenecen a tiempos diferentes, pero todos hicieron un
trabajo importante por rescatar la geografía, geología, botánica, zoología y
etnografía de nuestro país, y hablamos de épocas distintas, en donde no
existían los vehículos motorizados, ni la electricidad y los métodos para
determinar sus conclusiones eran rudimentarios y primigenios, todo ello le
añade un valor incalculable a cada una de sus obras y legados. Eran épocas que
debido a la actual tecnología nos parecen que estarían a años luz.
Tres enciclopedistas,
que cada uno a su modo, hizo lo posible y lo imposible por conseguir exactitud
en sus datos, en cada una de sus colecciones, en cada línea que anotaban en
medio del frío o el calor, en la costa, sierra o selva de nuestra difícil
geografía. Ninguno de ellos peruano, pero como si lo hubieran sido. Raimondi se
peruanizó y se hizo parte de nuestra patria, de nuestra historia, de nuestra
sangre y nuestra tierra.
Hoy existe una
nueva generación de extranjeros que afincados en el Perú siguen esa huella y
nos siguen enseñando el potencial y la valía que nuestra patria tiene en todos
los sentidos. Quiero agradecer de manera especial al Sr. Reinhard Seifert por
su contribución invaluable –que merece un capítulo aparte- y su
difusión de la obra de Juan Villanueva a través de su libro “Bagate, el pintor
negado”. Año 2013 y después de Martínez, Von Humboldt y Raimondi aun los
extranjeros nos siguen mostrando la senda del saber y queriendo al Perú más que
muchos de nosotros.