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martes, diciembre 14, 2010

Síndrome de Alienación Parental



·         Cuando los hijos son un trofeo
El Síndrome de Alienación Parental (*) se produce debido a la violencia psicológica que ejercen algunos padres sobre sus hijos, ello afecta seriamente el estado emocional del niño al ser “envenenado” por uno de los progenitores que lo único que busca es engendrar un odio en el niño hacia el otro progenitor, un rechazo para hacerle creer que es una víctima, que no tiene tacha, que es vulnerable y que debe defenderlo.
En el proceso existen dos tipos de progenitores y una víctima: el progenitor manipulador que es el que está a lado del niño y que lo utiliza y manipula, cuánto más tiempo pase el progenitor manipulador con su hijo, más tiempo tendrá para desarrollar su campaña de injurias y desacreditación. Y el progenitor alienado, es el que no goza de la cercanía al hijo (a) y que de alguna manera es el blanco del odio sembrado en el niño con virulencia. La victima siempre es el niño o los niños.

El amor entre las parejas colapsa de modo permanente, en nuestro país el índice de separaciones conyugales es alto; frases como "pensión alimenticia", "custodia compartida", "régimen de visitas" empiezan a hacerse frecuente, siempre acompañadas de frases más canallescas como “tu padre no quiere verte”, “tu madre te abandonó”, “tu padre dejó de quererte”, “tu madre se fue con otro”, resultan altamente destructivas para el lado emocional del niño.

A ello debe añadirse la intromisión de las familias del cónyuge que tiene en poder al niño (a) y que ve en ello una guerra ganada, un trofeo con cuerpo y alma, más si la familia del manipulador es de escaza formación cultural o carece de educación; eso acentúa el problema de Alienación Parental y agrava el estado emocional del niño (a) causándole deformaciones psicológicas graves y hasta  irreversibles debido a la manera en que se deforma al progenitor ausente.

Muchas veces  este odio que siente el menor, y que carece de todo sentimiento de culpa, se extiende a todo el entorno del progenitor alienado como pueden ser los tíos, abuelos, primos, amigos, el domicilio del progenitor,  la nueva pareja, hermanos etc. El padre o la madre víctima de la alienación solo pueden ver pasar el tiempo frustrados e indefensos, a ello contribuyen factores como la lentitud de los sistemas judiciales, además del grado cultural de la familia del progenitor manipulador.

Muchos estudiosos han comparado la ambivalencia de ese odio que se siembra y engendra en el niño (a) con  un fanatismo terrorista. El Síndrome de Alienación Parental tiene serias consecuencias a largo plazo. En los casos en los que la intervención psicológica es efectiva, por un lado el menor tiene que enfrentarse a un fuerte sentimiento de culpa por su enfrentamiento  con uno de sus progenitores y por el otro tiene que reconocer que la persona en la que confiaba ciegamente lo ha utilizado.
Lamentablemente para los peruanos este síndrome como tal, aún no ha sido legislado en el Perú, cuando en Canadá, Estados Unidos o Europa ya hay pronunciamientos judiciales con esa denominación. Mientras ello no suceda miles de niños y niñas seguirán siendo víctimas inocentes de ese odio creado y engendrado para destruir y desmembrar la felicidad misma de los más inocentes en una separación: los hijos.


(*) Síndrome de Alienación Parental (SAP). El SAP definido por Richard Gardner en 1985 es "un trastorno caracterizado por el conjunto de síntomas que resultan del proceso por el cual un progenitor transforma la conciencia de sus hijos, mediante distintas estrategias, con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor", es decir, uno de los progenitores manipula al menor con el fin de que éste rechace al otro.

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