Hoy se conmemora el V aniversario de la entrega del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). Y la fecha ha coincidido con una serie de hechos que llaman a la reflexión sobre si sirvió de algo revivir los desgarradores testimonios de las miles de víctimas de las dos décadas de violencia que sumergieron al país en un régimen de terror y miedo.
El Ministro de Defensa, Antero Flores Aráoz ha pedido a los representantes de la CVR que no vuelvan a referirse sobre el tema, que se queden callados y que recuerden su condición de “ex” y se abstengan de dar recomendaciones o sugerencias. Un airecillo dictatorial bien aprendido del presidente García.
En el colmo de la insensatez y de la soberbia ha pedido a las fuerzas armadas que no hagan ningún desagravio verbal a las víctimas inocentes de esa violencia, a los huérfanos y desheredados, a los marcados de por vida, ante la solicitud de la CVR de que se presenten disculpas por los excesos cometidos en la lucha antisubversiva. El ministro Flores Aráoz, considera que si las fuerzas armadas piden disculpas por los excesos cometidos en los años de violencia sería poner al Estado de rodillas. Nada más alucinado.
Las alucinaciones de Antero Flores no son nuevas, hace poco consideró ofensiva la actitud de una bailarina sentada sobre la bandera nacional (en otros países, donde sí se han ganado guerras y donde sí se sabe de civismos se usan toallas con la bandera de sus países, bikinis y camisetas, trajes de baño y hasta sábanas sin que nadie se tire de los pelos por ello) a su coro de chauvinistas se ha sumado, como era de esperarse, Luis Giampietri y los sectores militares, lo que directamente beneficia al procesado Alberto Fujimori y a las matanzas cometidas por el grupo Colina, pues se justifican y lo que es peor, se avalan.
Luis Giampietri refiriéndose a la CVR ha manifestado “No ha aportado nada para la pacificación; por el contrario, ha polarizado las posiciones que defienden el papel de las Fuerzas Armadas con aquellas posiciones que las culpan de violar los derechos humanos"
Flores Aráoz ha elucubrado "Al Estado que nos defendió a todos, al Estado que tenemos que proteger, es al que queremos ponerlo de rodillas para que pida perdón por lo que iniciaron e hicieron principalmente otros. Creo francamente que ese es un error" ha explicado, olvidando que el Estado se arrodilla cuando Alan García filma spots para la minería o dicta leyes para favorecerlas y fomentar el facilismo populista, como la venta de tierras comunales o la apología socialista con los “programas de apoyo social directos”
Los fujimoristas han aplaudido a rabiar las intransigentes y soberbias posiciones de los gobernantes de turno pues victimiza la situación de su líder, hoy detenido en una prisión dorada como ni siquiera la tuvo en Chile, pues en chile se lo trató como a un detenido, aquí en Perú es un líder con un régimen carcelario especial que ya desearían todos los genocidas del mundo encarcelados.
La Comisión de la Verdad y Reconciliación es el eco del ayer que no debe volver a repetirse, de la tragedia irrepetible, del “nunca más” profundo y continuo, de las fosas comunes que deben ser el testimonio histórico de que los peruanos no podemos matarnos entre nosotros ni podemos matar a ningún ciudadano del mundo con impunidad y sin ser juzgados, sentenciados y condenados como se debe.
Nunca más que hoy, el Perú se avergüenza de su historia.