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jueves, agosto 14, 2008

Basura y nocturnidad




La recolección de la basura en horario nocturno ha generado opiniones divididas. Las personas que trabajan desde tempranas horas y por ello deben salir de sus casas antes de las 8 de la mañana, se veían impedidas de coincidir con el horario del carro recolector, lo que generaba serios inconvenientes para deshacerse de la basura, con el nuevo horario les es más fácil deshacerse de la basura.

La instauración del nuevo horario para la recolección de la basura ha sido una idea no tan acertada para muchos y los motivos e incomodidades son distintas. La primera es que el carro recolector no cumple el horario estrictamente, lo que impide programar un horario para deshacerse de los paquetes de basura. Otra de las incomodidades generadas por el horario nocturno es el ruido de la campanilla, que después de las once de la noche se convierte en una molestia. Si a eso se suman los ruidos de bocinas, sirenas y viejos motores, veremos que la contaminación con ruidos se incrementa y con ello el malestar generalizado.

Los horarios nocturnos han creado un problema mayor, las personas no esperan hasta determinada hora así que optan por dejar las bolsas de basura en las puertas de sus casas, con la ilusa idea de que el carro vendrá y las encontrará tal cual las dejaron y se las llevará de inmediato. Sin embargo, antes que el recolector llegan los recicladores, quienes ya han hecho un cronograma minucioso de los usos y costumbres de los ciudadanos, vacían las bolsas, examinan la basura con destreza, separan lo que les es útil y se marchan dejando la basura desperdigada.

Si no fue un reciclador quien llegó primero, lo hace antes un perro vagabundo, quien mordisquea la bolsa plástica, la rasga con habilidad y husmea en las entrañas de ese plástico negro esparciendo igualmente la basura por las veredas y calles. En ambos casos la medicina fue peor que la enfermedad.

Salir muy de noche a dejar la basura en el carro puede hasta resultar peligroso, siendo Cajamarca una ciudad con un índice delincuencial elevado y que se ha incrementado en los últimos meses no es muy recomendable andar a ciertas horas de la noche vestido con un piyama cargando una bolsa de basura persiguiendo a un carro recolector de basura que pasa apurado por la calle.

Pero a la disfuncionalidad horaria se suma la falta de aporte de los ciudadanos, las bolsas contienen igualmente pañales descartables, huesos de pollo, restos de cocina, papeles, vidrios y plásticos, es decir no hay una apropiada selección que permita facilitar una labor de reciclaje.

Quizás sería un buen aporte distribuir contenedores en algunos puntos de la ciudad para depositar vidrios, cartones y plásticos, se puede hacer a través de algunas empresas que puedan prestar los contenedores y donarlos a instituciones con fines benéficos.

El reciclaje en un momento tan crucial en que el calentamiento global se ha convertido en un problema prioritario, debe ser tomado en cuenta antes de que las consecuencias sean cada vez más insostenibles.

El problema de la basura nos compete a todos, ciudadanos, autoridades, recicladotes, dejemos la indiferencia para los buenos canes que vagabundean sin destino y sin aparente razón.

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