Un grupo de guías y
pequeños empresarios de turismo pertenecientes a agencias de turismo de
Cajamarca han iniciado una campaña orquestada contra la Dirección Descentralizada
de Cultura, representada por la arquitecta Carla Díaz.
En un acto de
desconocimiento absoluto los empresarios y guías han pensado que tienen la
potestad de decidir quién puede ocupar esa dirección y que dentro de sus
competencias está nombrar o sugerir al Ministerio de Cultura quién puede ocupar
el cargo.
La ministra de Cultura,
Diana Álvarez Calderón, ha ignorado el pedido de este grupo de operadores que
han solicitado con ardor y vehemencia el cambio de Carla Díaz argumentando una
serie de insensateces haciendo gala de desconocimiento absoluto de cómo
funcionan las direcciones de cultura y de las competencias de cada institución.
Se le atañe por ejemplo la
disfuncionalidad del Museo de Cumbe Mayo, los problemas en las Ventanillas de
Otuzco, el lamentable estado de la vetusta casa de Toribio Casanova, que las
luces de la Plaza de Armas estén encendidas en el día… y hasta los meones de la
Plaza de Armas y periferia son ahora responsabilidad de Carla Díaz – sin
contar los desmanes que por la ineficiencia de la Municipalidad y la policía se
van a presentar durante el carnaval,
porque eso “también va a ser responsabilidad de Carla Díaz”, según ellos-
El machismo cajamarquino
no tolera la gestión de una mujer como tampoco se toleró la gestión de Marcela
Olivas Wenston en su momento y se la criticaba con beligerancia constantemente.
El machismo tozudo y torpe no acepta que una mujer pueda gestionar y que tenga
la capacidad de liderar una institución como la Dirección Descentralizada de
Cultura.
En el colmo del cinismo,
fresco como una lechuga, el congresista Jorge Rimarachín se ha inmiscuido en el
tema y olvidado de que uno de los generadores de la ausencia de turismo fue él
mismo y sus convocatorias a marcha tras marcha junto a sus amigos.
El caos del turismo en
Cajamarca no es culpa de una persona, menos de la Dirección de Cultura, es
sencillamente por el caos en que se sometió a Cajamarca por el conflicto minero
de Conga. Culpa de quienes sometieron en ese caos a Cajamarca, Goyo y compañía,
Rimarachín y compañía… que ahora no se hagan los amnésicos ni los que se
preocupan por el turismo lavándose las manos como Pilatos.
¿Por qué los operadores y
guías de turismo no dicen que el ex INC de Cajamarca es la caja chica del
Ministerio de Cultura y que todo el dinero que se recauda se deposita en una
cuenta de Lima cada dos o tres días? ¿Qué fondos tiene La Dirección de Cultura
para para invertir en obras? ¿Qué han hecho ellos, aparte de vivir del turismo,
como compensación o para mejorar los servicios turísticos? ¿Qué ley ha dado Rimarachín
desde el congreso en favor del turismo? Solo se dedicó a boicotear lo hecho y a
generar el Estado de Emergencia que espantó a los turistas y que hizo que un
tiempo Cajamarca sea borrado del mapa turístico. Hay que hacer un poco de
memoria y actuar como varones antes de hacer un cargamontón cobarde e infamante.