Luego de que La
Asociación Peruana de Autores y Compositores (Apdayc) solicitara al Ministerio
de Cultura una pensión de gracia para el cantautor Pedro Suárez Vertiz, no
faltaron quienes pretendan subirse al coche y buscar los mismos beneficios, pese
a que no afrontan una situación económica difícil ni enfermedad alguna.
Una de ellas fue la
cantante criolla Eva Ayllón, quien ha sido el centro de las críticas del gremio
de autores y compositores y de otras asociaciones del país.
Al igual que Suárez
Vertiz, quien está retirado del medio artístico debido a un mal neurológico,
varios cantantes, artistas y escritores, en
situación difícil, esperan
acceder a este beneficio.
Lamentablemente el
arte no es mensurable, es decir, no se puede medir de un modo tangible, puesto
que el éxito de un cantante o de un escritor o de cualquier peruano que haya
hecho una labor encomiable por su patria es muy relativo.
¿Acaso un
deportista como el Nene Cubillas o el Cholo Sotil que le dieron gloria a la camiseta y que dejaron el nombre
del Perú en alto no merecería el mismo trato? o un ajedrecista como Julio
Ernesto Granda quien se ubicó entre los más notables ajedrecistas del mundo ¿no
merecería una pensión de gracia? Polo Campos, Gastón Acurio, Lucha Fuentes,
Natalia Málaga… ¿Cuál sería la condición? ¿Ser pobre, haber caído en desgracia?
Reconozcámoslo, los
artistas suelen llevar una vida licenciosa, no todos tienen la misma conducta
pero es casi una regla – con las excepciones de siempre, Vargas
Llosa por ejemplo, lleva una vida ordenada, una que no llevó Julio Ramón
Ribeyro o que no lleva Domingo de Ramos ni Enrique Verástegui- ¿Tiene
el Estado que suplir esa falta de tino en el manejo de la economía de cada
persona que en determinado momento tuvo cierto éxito y no supo administrar sus
bienes?
Seguramente que
surgirán muchas posiciones en torno a este tema, por lo pronto el debate ya
está dado y existen posiciones encontradas. Se supone que los derechos de los
artistas son universales, no habría por qué discriminar, por otro lado la labor
de medir quien es y quién no es un artista reconocido es algo muy subjetivo,
labor imposible.
El pedido de Eva
Ayllón, ha sido considerado como un mal paso, ha sido mal visto por muchos y es
razonable, ella es una cantante exitosa, que administró bien su economía y que
aun hoy el éxito le sonríe, tiene presentaciones en el extranjero, sin embargo,
si se van a otorgar pensiones de gracia a los artistas, ello no sería una causa
para discriminarla. Ahora bien ¿Es lo mismo Eva Ayllón que Lucía De La Cruz? – esa
señora mal ejemplo para la juventud – ¿Es lo mismo El Cholo Sotil que
Cubillas? ¿Es lo mismo Héctor Chumpitaz que Roberto Chale?, todos llegaron a la
cúspide, unos fueron ordenados, otros no. Unos cayeron vicios y drogas, otros
no.
Hay una cosa que es
cierta, nadie está libre de una enfermedad, un accidente o cualquier infortunio
y todos tenemos la obligación moral de ayudar al prójimo, más aun si son amigos
nuestros o sentimos y tenemos cierto grado de admiración, pero de allí a imponer
una pensión al Estado… Quedan muchas dudas sobre la eficacia de esa medida,
solo el tiempo lo dirá y dará o quitará la razón sobre un tema tan polémico
pero también humano.